7 de junio de 2009

Pau...

Y ya estamos otra vez, parece que nuestra vida se basa en estudiar, es prácticamente lo único que hemos hecho durante este curso…
Pero ayer me pasó algo genial, en uno de esos ratitos de descanso escuche una canción. A muchos les puede parecer una canción normal, una canción que quizás yo no escucharía nunca, pero aun así me encanta, no por la música o la letra, que he de admitir que son preciosas, sino por los recuerdos que esa canción me trae. Es la canción que marcó un verano, uno de los mejores de mi vida, un verano en el que crecí, me divertí, y conocí a gente que han sido y son de las personas más importantes de mi vida. Quizás otros no recuerden ese verano de la misma manera que yo, pero al menos tendrán que admitir, que fue un verano para no olvidar. Es la canción que me ha hecho darme cuenta, que tampoco queda tanto para otro de esos veranos, que después de todo un año, solo nos queda ya el último tramo, posiblemente el más difícil, pero también el que mejor recompensa tiene, un nuevo verano, quizás el último, o quizás simplemente, un nuevo verano.